Scar fijamente mira a Cras,
adivina el dolor en su mirada,
y ve su vida como secuencia
de instantáneas fotos.
Es de noche, la luna ya se ha ido,
y en el silencio de las sombras
se escucha el aullido del acero.
**Razón versus Corazón**
Scar ya no quiere sufrir por
Amor...
Pero Cras no puede vivir sin
Pasión...
Scar se arrodilla,
hay tristeza en su mirada,
tiende lentamente una mano,
y roza de Cras la mejilla.
Pero Cras ya está ausente de
amables afectos, pasiones
desdenes o mortales heridas,
y ahora al final de su vida
aún se imagina que es ella
la que con ternura lo mima.
Scar sin prisa cierra sus ojos
y al comprender de pronto
que su alma se ha muerto
de su pecho brota un sollozo...
Carlos Alberto Martinez
martes, 3 de agosto de 2010
Confesiones de un Iluso...
Te amo desde ese día en que ella nos presentó... ahí estabas, dulce y como siempre, medio pensativa, insegura y quizás un poco ansiosa, que se yo... me miraste sonriendo y me ofreciste un café y luego... fueron días y semanas de soñarte, de verte tan preciosa, tan pequeña, tan hermosa, de crearte y recrearte en mi mente y corazón, de sufrir a cada instante por tenerte por amarte y un día casi a comienzos del verano te llamé y angustiado de pensar que no debía hacerlo te hablé y te dije que te amaba, que soñaba en ser tu amor y conteniendo mis angustias te pedí el corazón. Nada más, ya tu sabes el final de esta historia que quiso ser de amor y que fue, como alguien dijo sólo un suspiro de gorrión.
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