domingo, 29 de marzo de 2009

Dos historias ridículas

El columpio

Cuando chicoco me construyeron un columpio... o sea un cordel deshilachado doblado en dos y colgando de un madero cruzado en el techo de la casa de calaminas en donde sobrevivíamos. Una tarde llegaron dos chiquillas, como de 15 años--yo tenía 10 jejeje--y comenzaron a columpiarse. El columpio que desde ese día lo bauticé como culompio iba pa' lla y venía pa'ca primero con la Irma y al rato con la Ingrid y yo muy calladito me fui ubicando cada vez más cerquita del culompio jejeje. Las polleras de mis amiguitas volaban y llegaban a levantarme... con la brisa los pelos de la cabeza jajaja; todo iba requete bien hasta que al cordel se le ocurrió cortarse y plafffff, la Ingrid cayó justo encima de mi cabeza jejeje.

El calcetín intrépido

Bueno no se si soy flojo, apresurado o simplemente un atarantado y despistado, pero les voy a contar un cuento. Un día muy enamorado, arregladito, compuestito y perfumadito salí a pasear con la linda Mariel jejeje. Ibamos modositos y yo suspirando y susurrándole al oído palabras de amor y dándomelas de gran soñador, bueno soñaba con ella jejejeje. Pero bueno ibamos caminando despacito cuando ella, también despacito me dijo "amorcito, ¿que tienes en el pantalón?" Yo seguí su mirada que iba y veía de mi cara a la basta de mi pantalón donde asomaba el comienzo de un largo calcetín que se iba escurriendo como un gusano a medida que yo caminaba. No dije nada y seguí caminando mientras el calcetín---que se había quedado la noche anterior dentro de las mangas del pantalón y que yo por flojera no había tirado a la ropa sucia---hacía su triunfal aparición jejeje. Lo peor fué cuando terminó de salir el maldito calcetín colorado y se quedó ahi... estirado en esa elegante acera. Otras parejas comenzaron a mirarme y a mirar sorprendidos al maldito calcetín que se quedó allí totalmente estirado y apuntándome como si fuera un endiablado gusano acusador. Yo rojo como tomate sólo atiné a seguir caminando y la Mariel comenzó a reir y reir y reir y reir (leáse 1000 veces) jejejeje... hummm


Carlos Alberto

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