Scar fijamente mira a Cras,
adivina el dolor en su mirada,
y su vida como secuencia
de instantáneas fotos.
Ve dos caminos entrecruzados,
dos brazos a dagas conectados,
y luego un sinfín de malas tomas,
por la luz mezquina borroneadas.
Es de noche, la luna ya se ha ido,
sólo se oye del frío acero el aullido
y en el suelo un hombre mal herido
que aún cree que por ella es querido
Scar se arrodilla,
sólo hay tristeza en su mirada,
tiende su mano,
y sus dedos rozan una mejilla.
Cras ya está ausente,
de amables afectos, desdenes
y mortales heridas,
sólo en su alma él imagina,
que es aún ella
quien así todavía lo mima,
y para ella es va un recuerdo
el que muy lentamente,
al final se termina.
Scar se arrodilla, cierra sus ojos
y al comprender de repente
que su alma ya ha muerto
en silencio lanza un sollozo.
Carlos Alberto
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario